Link, tesis en PDF: https://www.irenesoria.com/wp-content/uploads/2022/08/EnBuscaHackersSoriaGuzman2022_FINAL.pdf
Link a repo en GitLab: https://gitlab.com/arenitasoria/buscalashackers
Mi más profundo agradecimiento a todas y cada una de las mujeres por las que estoy aquí: a mi mamá Irene, por que gracias a ella soy quien soy; a mi abuela Lupita, a mi abuela Goya, a mis tías, a Lilia por procurar siempre el bienestar. A mis maestras, a mis estudiantes, a mis amigas, a mis primas; a las mujeres que me inspiraron, a las que me enseñaron la admiración mutua, a las que no conocí y lucharon por los derechos de los que ahora gozo. A mi padre Luis, a mi abuelo Francisco, a mi hermano Luis Francisco.
A las mujeres que accedieron a ser mis interlocutoras, por dejarme entrevistarlas para tejer esta tesis, por compartir conmigo las inquietudes, por compartirme su tiempo e historia de vida, por estar hackeando el sistema.
A todas y cada una de las profesoras del Doctorado en Estudios Feministas de la UAM Xochimilco, por luchar en la creación de este programa de posgrado, por arroparnos dentro de esta primera generación. Por marcar senderos y allanar caminos.
Mi profundo agradecimiento a mi tutora, la siempre luminosa Dra. Guiomar Rovira, porque sin sus consejos, sin su apoyo, porras y acompañamiento amoroso, esta tesis no hubiera siquiera tomado forma, porque su guía es la luz que encaminó este trabajo.
A mis lectoras, Dra. Paola Ricaurte y Dra. Graciela Natansohn, por su confianza, sus ánimos, su acompañamiento, pero sobre todo, por su cercanía que me ayudó a mirar la tecnología desde otros lugares posibles. A la Dra. Mónica Cejas, por hackearme con sus lecturas en clase en el segundo semestre del doctorado, por sus cuestionamientos, por su pasión y ánimo al coordinar el doctorado y por llevarnos a todas a la culminación de nuestros proyectos. A la Dra Melissa Fernández Chagoya, mi “madrina” feminista, colega y amiga querida; porque en su seminario se plantó la semilla que floreció en esta investigación y porque su acompañamiento al inicio de esta aventura fue invaluable.
A las ancestras, citadas y no citadas aquí, a las pensadoras en las que múltiples veces me miré y lloré, abrazada de una teoría senti-pensanda, que me hicieron saber que el conocimiento se construye de múltiples formas, más allá de la hegemonía.
A Patricia Cabrera, por ayudarme a encontrarme, por poner frente a mí un espejo donde pudiera verme y lograra advenir en una “yo” más plena, gracias infinitas y eternas; a mis compañeras del doctorado, en especial a Lina, a Paola, a Yuruen, a Julieta, y a Jaime, que me ayudaron a mirar(me) lo que yo misma no podía, aún teniéndolo frente a mí; por que sin nuestros diálogos, sin nuestras reflexiones, sin su apoyo, acompañamiento y pláticas amorosas, esta tesis no hubiera sido tan divertida, enriquecedora y estimulante como lo fue.
A mis colegas y amigas hackfeministas, por mirarnos y abrazarnos; por las comidas, por las danzas, por los mezcales, por las charlas, por los mensajes, por las alianzas, a veces efímeras. Gracias por que imaginamos juntas otras tecnologías posibles, que estoy segura, un día se harán realidad.
Al estudiantado con quien, desde el 2012, he compartido las aulas, el lugar donde más he sido feliz y plena. Por sus porras y sus reflexiones en clase, porque aunque quizá no lo sepan, yo soy porque hemos sido en conjunto.
A todas las personas que de alguna u otra manera fueron cómplices para la realización de este posgrado, a quienes me ayudaron, me apoyaron, antes, durante y al final de este doctorado; a quienes me leyeron y aportaron sus comentarios, a quienes me asesoraron y confiaron en mí. También a quienes me dedicaron palabras, reacciones, emoticonos, consejos, canciones, técnicas de trabajo, pensamientos fugaces y apoyo en mis odiadas redes sociodigitales, por ayudarme a abrazar la contradicción.
A Muñe, por haber sido la chispa que encendió la flama en mi camino por el conocimiento libre y abierto, por la paciencia, por hackearnos en conjunto, por imaginarnos mundos, pero también por construir lo inimaginable; por musicalizar mis procesos, por hacerme café y rellenar las copas de vino, sobre todo, cuando los días y las noches parecían interminables. A nuestra compañera no humana: Pleca, que siempre se sentó a nuestro lado en todas esas noches largas, que nos platica con maúllos y que tanto alegra nuestras vidas.
A los seres enviados de otro planeta, cuya misión fue procurar la aventura que me ayudó a continuar en mi camino. Por imaginar, por jugar, por mirar(me). Porque todo el viento del mundo sopló en su dirección, el viento que me acompañó y me sostuvo en los últimos pasos de esta tesis y este proceso. Gracias por todo el tiempo y la historia que queda por vivir y escribir.
Y por último, aunque no menos importante1, me agradezco a mi misma, por ser paciente conmigo y por confiar en mí, por hacer un esfuerzo diario por verme y tratarme con cariño para no detenerme, incluso cuando sentí no poder. Por aprender a vivir con ansiedad sin dejar que me detenga. Por aprender a rodearme de gente amorosa, cariñosa que me impulsara a seguir, por luchar contra mi propio autoboicot. Por comprenderme, por permitirme sentir, vivir y ser intensa, por atreverme a inventarme a mí misma, y sobre todo, por creer y saber que merezco lo que sueño.
1Haciendo alusión al discurso de Snoop Dogg al recibir una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood